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Murcia Habitable

Se puede decir mas alto, no más claro

Se puede decir mas alto, no más claro
Cayucos,pateras y autobuses. 
Santiago Delgado
No sé si se podrá llamar invasión a esto que está pasando en Canarias con los cayucos de las subsaharianos. Y tampoco sé si se puede llamar lo mismo a las entradas de autobuses de rumanos por Francia, usando los pasos secundarios, luego de haber probado los principales. Parece que las pateras ya pasaron. Además, los marroquíes que llegaban en estos medios eran devueltos, y eso se sabía en el país vecino. Ahora, ya digo, son cayucos. Y son más grandes que las pateras.
En estas, así como en las zodiac que utilizaban, apenas cabían una treintena. En los cayucos caben hasta cien. ¿Podemos absorber todo el paro subsahariano? Quien crea que sí ya puede poner en conocimiento del gobierno la fórmula para llevarlo adelante. Quien no opine así, haga todo lo que pueda por que el gobierno cambie de postura y de política. Hasta ahora lo único que hace es pasar a los inmigrantes a la península, darles 10 euros y dejarlos en la carretera más próxima al aeropuerto de llegada. Avión patera le llaman en un panfleto que me dieron por las calles de Murcia el otro día.

Dicen del efecto llamada que supuso la torpe ley de regularización del iluminado Caldera. Apenas un año después hay otro millón sin regularizar. O millón trescientos mil. Pienso yo que el efecto llamada más eficaz es la pobreza que ven estos subsaharianos a su alrededor y la que ven en las pantallas de sus televisores. Y, además, pueden ver también cómo son recibidos en los puertos y playas de Canarias: mantas, refrescos y camillas para los enfermos. Pisar suelo español les hace sujetos de derecho por primera vez en su vida.

O concienciamos a Europa de que esto es un problema de todos o dentro de poco son diez o doce millones, haciendo subir el paro hasta cifras de dos dígitos. Y de ahí para arriba. Si seguimos dejando que, una vez en suelo español, los que de ellos son musulmanes sean acogidos por organizaciones fundamentalistas, encima tendremos otro problema añadido. Y no pequeño. Pronto para entrar en algunos barrios de alguna ciudad española habrá que pedir permiso al rey de Marruecos. Ya ha pasado en París.

No es justo, pero sobre todo no es acertado tachar pensamientos como éstos que redacto ahora de filorracismo o de racismo sin más. La situación actual es injusta porque mantiene a los gobiernos corruptos, tribales y en algún caso sangrientos, en el poder. Es nefasto que los hombres de aquellas latitudes prefieran la emigración o la muerte a la revolución. Y ésta, la revolución, sólo la conciben como cambio de tirano. Con buenismo democrático sólo se consigue mantener dictadores y poner palos en las ruedas del carro de la economía europea. Vale.
Para leer mas: http://www.elfaro.es

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