Opinión: Pelamos la cebolla

 Respuesta a quién manda de verdad

El otro día, navegando por Internet, he descubierto La Verdad sobre nuestro mundo. Varios testimonios me han confirmado mis teorías. Es todo muy sencillo: la realidad no es la realidad. Debajo de ésta hay una capa, y otra, y otra, a la manera de las cebollas.

Precisamente, la cebolla nos sirve para comenzar el viaje iniciático, a la manera de Lobsang Rampa. La realidad es como una cebolla. ¿Quiénes consideraban esta hortaliza como símbolo del mundo? Los egipcios antiguos. Llegamos a los faraones, conocidos hoy por las pirámides. Como ha demostrado J. J. Benítez en sus programas de televisión y libros, en esa época no se disponía de la tecnología para construir las pirámides y, además, éstas están alineadas con el cinturón de Orión. Luego, la conexión extraterrestre es tan clara como con las líneas de Nazca.

Si los extraterrestres han venido, no es probable que tras un viaje tan largo se hayan vuelto. En consecuencia, aquí siguen. Pero, ¿dónde? Si estuvieran entre nosotros lo sabríamos; por tanto, deben estar escondidos. El mejor lugar es el interior de la Tierra, porque la Tierra está hueca. Ellos viven en un lugar denominado Agartha.

Hace varios siglos, los extraterrestres se escindieron en dos grupos: uno partidario de la convivencia con los terrestres y otro de su esclavización. Ambos pelean tanto en el interior de la Tierra como en la superficie. Adolfo Hitler trató de ponerse en contacto con ellos, de ahí que adoptase como emblema de su movimiento la esvástica hindú, pero el nazismo es el lado oscuro de la Fuerza, por lo que los extraterrestres bondadosos comunicaron a los Aliados a través de un astrólogo la situación de las tropas alemanas en Francia, de modo que pudieran desembarcar en Normandía con seguridad; también perturbaron las condiciones meteorológicas para estrellar las V-1 y las V-2.

El Vaticano, a través del Opus Dei, está en contacto con los bandos, aunque no se sabe con exactitud a quién apoyan. Los Templarios fueron en la Edad Media la orden que se relacionó con los extraterrestres, pero fueron eliminados porque trataron de usar la ciencia extraterrestre para fabricar oro y dominar Europa.

Los extraterrestres actúan a través de humanos contactados, a los que han implantado microchips de carbono en el cerebelo para transmitirles órdenes. Forman parte de este círculo todos los vicepresidentes de Estados Unidos, la mitad del colegio cardenalicio (la otra mitad son masones), Steven Spielberg, los taxistas de Nueva York, los ayatolás iraníes, el politburó del Partido Comunista chino, los directores de las televisiones de todo el mundo, los presidentes de las 666 mayores empresas del mundo, las ONG más conocidas, el estado mayor ruso, los galácticos del Real Madrid... En torno a un millón de personas. No hay ningún francés; se comportan así sin necesidad de recibir instrucciones. ZP también está contactado, pero en su caso el chip es defectuoso.

El enfrentamiento entre los extraterrestres se libra en nuestro mundo a través de la competencia entre israelíes y árabes, Coca Cola y Pepsi Cola, Explorer y Netscape, La Razón y el ABC, sunníes y chiíes, grancanarios y tinerfeños... La CIA está también dividida; participa en todas las conspiraciones.

Osama Bin Laden sigue siendo un agente de la Agencia, aunque no se sabe a qué bando obedece. El artefacto que explotó en el Pentágono el 11-S fue un camión de recogida de compresas con el objetivo de eliminar a un coronel que había descifrado la frecuencia con la que los extraterrestres malos trataban de anular a la junta directiva de la Asociación Nacional del Rifle.

En las Torres Gemelas no murió nadie de Albacete, lo que nos lleva a deducir que el queso manchego es uno de los alimentos preferidos de los extraterrestres, junto con la soja transgénica, y las navajas su arma favorita. La muerte de Lady Di fue premeditada y pactada por los dos bandos en guerra, porque había descubierto la existencia de la civilización de Orión y estaba a punto de relevarla el primer día de rebajas de Harrod’s. El Código Da Vinci explica sólo la mitad de la conspiración mundial, pero está en clave; la otra mitad se encuentra en los Protocolos de los Sabios de Sión, edición rusa de 1908 traducida al holandés en 1942 por las SS; el último ejemplar está guardado desde 1945 en la biblioteca del Kremlin. En la base del Roswell no hay ningún platillo volante, sino los cuerpos congelados de J. F. Kennedy, Walt Disney, Elvis Presley, Eva Perón, José Antonio y Rudolf Hess. En la Patagonia argentina varias decenas de nazis exiliados mantenidos jóvenes entrenan a un ejército de híbridos nacidos de mujeres fecundadas con ADN extraterrestre; el proyecto se denuncia en Los niños de Brasil. En Mongolia, los extraterrestres buenos, con la ayuda de los monjes budistas que aparecen en la serie Kung-Fu, preparan a otro ejército para Armagedón. Las chicas de Los vigilantes de la playa no existen en este mundo ni en Orión. No ha llegado ningún ser humano a la Luna; este satélite es una gigantesca central de energía para viajar entre las galaxias. La promiscuidad de Bill Clinton se explica porque tuvo relaciones sexuales con una extraterrestre y desde entonces trata de alcanzar el mismo placer. La distancia entre la Torre Eiffel y la Cúpula del Vaticano medida en codos griegos y dividida entre el resultado de multiplicar por Pi el año de nacimiento de Nostradamus es idéntica a la manga del Titanic en pies ingleses; si Pi se multiplica por la fecha del descubrimiento de América obtenemos el día exacto del próximo crack bursátil.

Sólo me ha quedado un fleco suelto: Pérez Carod, ¿es otro implantado o es simplemente imbécil? Espero solucionarlo esta noche mediante una ouija y una botella de pacharán.

Publicado en: Plataforma por la intolerancia